Utilizamos cookies que son necesarias para que nuestro sitio funcione, así como cookies analíticas y cookies de terceros para controlar nuestro tráfico y personalizar el contenido y los anuncios.
Haga clic en "Configuración de cookies" para obtener más información sobre cómo retirar su consentimiento y cómo bloquear las cookies. Para obtener información más detallada sobre las cookies que utilizamos y las de con quienes trabajamos, vea nuestro aviso de cookies
Cookies necesarias
Las cookies necesarias ayudan a que un sitio web sea utilizable, al permitir funciones básicas como la navegación por páginas y el acceso a áreas seguras del sitio web, y no pueden desactivarse en nuestros sistemas. Puede configurar su navegador para que bloquee o le avise de estas cookies, pero entonces algunas partes del sitio no funcionarán. El sitio web no puede funcionar correctamente sin estas cookies.
Cookies opcionales
Las cookies estadísticas ayudan a los propietarios de sitios web a comprender cómo interactúan los visitantes con los sitios web mediante la recopilación y notificación de información.
Las cookies de marketing se utilizan para realizar un seguimiento de los visitantes en los distintos sitios web. La intención es mostrar anuncios que sean relevantes y atractivos para el usuario individual y, por tanto, más valiosos para editores y anunciantes externos. Trabajamos con terceros y hacemos uso de cookies de terceros para que los mensajes publicitarios sean más relevantes para usted, tanto dentro como fuera de este sitio web.
Replantearse el caos: invertir en un mundo multipolar
ideas clave.
El orden unipolar que surgió tras la Guerra Fría está dando paso a un mundo multipolar en el que potencias como China, la India y la alianza BRICS ampliada ejercen cada vez más influencia en el comercio, la seguridad y la geopolítica
Los aranceles estadounidenses sobre China, la India e incluso aliados tradicionales como la UE ilustran que las herramientas económicas son esenciales para la influencia estratégica y obligan a los países a diversificar sus socios comerciales y replantearse sus cadenas de suministro
Las amenazas de Trump y el ambicioso objetivo de un 5% de gasto público han provocado grietas en la alianza de defensa de la OTAN. La respuesta de Europa ha sido acelerar el gasto militar, la integración industrial y la autonomía estratégica
Para ser eficaces en un mundo multipolar con políticas comerciales impredecibles, tensiones geopolíticas y alianzas cambiantes, las estrategias de inversión requieren flexibilidad, diversificación y una visión de conjunto de las nuevas oportunidades.
Estamos a 1 de enero de 2000.
Un nuevo milenio acaba de comenzar, pero han cambiado muy pocas cosas: el mundo es un lugar de certezas.
La potencia económica y militar de EE. UU. ha alumbrado un mundo unipolar. La democracia liberal avanza. Las instituciones internacionales, como la OTAN y la Organización Mundial del Comercio, se expanden y fortalecen. La globalización y las interconexiones comerciales también están acelerándose, haciendo aún más ricas a las naciones ricas y sacando a millones de personas de la pobreza extrema en todo el mundo. Aunque en algunas partes del planeta la presencia de EE. UU. no resulta precisamente grata, no hay duda de que Occidente predomina y no se atisban cambios en esta situación.
Hoy día, el mundo ha cambiado radicalmente.
Mira nuestro vídeo manifiesto: replanteando el caos
La globalización está batiéndose rápidamente en retirada a medida que la comunidad internacional se fragmenta en una nueva «lógica de bloques» aún en formación. Estamos gravitando hacia un mundo multipolar. La interdependencia ha dejado de ser una fortaleza para convertirse en una vulnerabilidad. Se está cuestionando la hegemonía estadounidense. Incluso la propia democracia está enfrentándose a nuevas amenazas derivadas de unos gobiernos autocráticos revitalizados y una marea de desinformación amplificada por los avances tecnológicos, como las redes sociales y la inteligencia artificial (IA).
Creemos que la resiliencia de las carteras y el crecimiento a largo plazo vendrán de identificar las múltiples oportunidades que están surgiendo a medida que se configura un nuevo mundo multipolar
En momentos de caos, todos ansiamos estabilidad, pero esta no resulta fácil de encontrar en la economía actual. Dado que el mundo parece estar perdiendo su equilibrio, la reacción natural de los inversores es detenerse y atrincherarse.
Sin embargo, en Lombard Odier encontramos el equilibrio en el movimiento. Creemos que la capacidad de adaptación de las carteras y el crecimiento a largo plazo no se lograrán retirándose, sino aprovechando las numerosas oportunidades que están surgiendo con la formación de este nuevo mundo multipolar.
Suscríbase a nuestro boletín!
Interdependencia: una nueva vulnerabilidad
En el pasado, la interconexión mundial era un rasgo distintivo del mundo unipolar que generaba eficiencia y crecimiento económico. Sin embargo, en el mundo multipolar actual, sus vulnerabilidades son cada vez más evidentes. De acuerdo con el Banco Mundial, los países que han reducido las barreras al comercio y han integrado sus cadenas de suministro han salido beneficiados1.
Sin embargo, en 2020, cuando golpeó la pandemia y las cadenas de suministro se rompieron, los gobiernos y los consumidores descubrieron que la máxima eficiencia viene acompañada inevitablemente de una falta de resistencia.
Desde entonces, la situación se ha agravado con la guerra en Ucrania, que perturbó los flujos de la energía y provocó un fuerte encarecimiento de las materias primas alimentarias y los fertilizantes2; y con las tensiones geopolíticas, que han hecho que grandes países exportadores restrinjan sus envíos de materiales y productos esenciales. Por ejemplo, en abril de 2025 China aplicó restricciones a las exportaciones de siete tierras raras que necesitan los fabricantes de automóviles. Aunque las restricciones se aplicaron únicamente a EE. UU., la naturaleza integrada de las cadenas de suministro internacionales hizo que los fabricantes de Europa y Japón también se vieran obligados a suspender brevemente la producción3.
En palabras de Michael Strobaek, Director de Inversiones Global de Lombard Odier, «en este nuevo mundo fragmentado, la interdependencia ya no genera eficiencia, sino vulnerabilidad. Los países deben asegurar sus cadenas de suministro, su energía, su defensa y su tecnología para estar preparados para el largo plazo»4.
En este nuevo mundo fragmentado, la interdependencia ya no genera eficiencia, sino vulnerabilidad
Los aranceles de Trump: las viejas alianzas están amenazadas
La imposición de aranceles generalizados por parte del presidente estadounidense, Donald Trump, refleja el auge de un mundo multipolar en el que las naciones priorizan la resistencia interna frente a la interdependencia mundial. La declaración de la Casa Blanca que acompañó al anuncio de los aranceles el 2 de abril, el Día de la Liberación, decía: «Los abultados y persistentes déficits anuales de EE. UU. en el comercio de bienes han desmantelado nuestro tejido industrial y han socavado cadenas de suministro esenciales. […] Made in America no es solo un eslogan. Es una prioridad económica y de seguridad nacional»5.
Aunque la intención que había detrás de los aranceles estaba clara, su errática implantación ha enturbiado los mercados y ha desorientado a las empresas y a los inversores. En apenas dos meses, China vio cómo sus aranceles eran primero del 10% y después del 20%, a lo que siguió una escalada de represalias que llevó los gravámenes hasta el 145%, antes de caer de nuevo hasta el 30% mientras se desarrollaban las negociaciones. En el momento de redactar este artículo, el nivel del 30% se mantiene hasta el 10 de noviembre de 2025, mientras continúan las conversaciones6.
Entretanto, a un socio estratégico de EE. UU. como la India se le ha tildado de «economía muerta» y se le han impuesto aranceles que han aumentado después hasta el 50% como castigo a las continuas compras de petróleo ruso por parte del país7. (A pesar de ello, las exportaciones de la India siguieron aumentando casi un 7% en agosto8 y el país está buscando un nuevo acuerdo comercial con la UE, todo ello mientras Trump insta a los miembros de la UE a estudiar aranceles de hasta el 100% tanto sobre la India como sobre China9.)
Los inversores están acostumbrados a lidiar con los riesgos, como la inflación y la recesión, pero esto es incertidumbre real
Incluso un aliado incondicional como la UE, a la que Trump acusó de tratar a EE. UU. «de forma muy injusta»10, se ha visto obligada a aceptar aranceles del 15%, en el marco de un acuerdo que engloba compras de energía estadounidense por valor de 750.000 millones de USD durante los próximos años11. Suiza ha recibido un golpe aún más fuerte, al imponérsele un sorprendente arancel del 39%, el más alto entre los países occidentales12.
El cambio ha sido tan rápido e impredecible y las amenazas a las alianzas políticas consolidadas tan graves que, de acuerdo con Michael Strobaek, «el orden establecido en materia de seguridad y economía está deshaciéndose y reescribiéndose casi cada día. Los inversores están acostumbrados a lidiar con los riesgos, como la inflación y la recesión, pero esto es incertidumbre real».
Incluso la OTAN, la alianza de defensa que durante tanto tiempo pareció inquebrantable y un símbolo de estabilidad unipolar, está ahora amenazada en el mundo multipolar actual. Después de quejarse durante mucho tiempo de que los miembros de la OTAN no habían cumplido su compromiso de gastar en defensa el 2% del PIB, en marzo de 2025 el presidente Trump renovó su advertencia: «Si no pagan, no voy a defenderlos13», señaló.
En un contexto de guerra aún abierta en Ucrania, estas declaraciones provocaron temblores en la UE, que volvió a sentirse amenazada por Rusia. La respuesta fue rápida y posiblemente trascendental: en la cumbre de la OTAN celebrada en junio de 2025 en La Haya, los líderes acordaron en principio aumentar de forma espectacular el gasto en defensa, hasta el 5% del PIB. Aunque se escenificó como una demostración histórica de unidad frente a Rusia, esta declaración se considera en gran medida como una ambición más que como una promesa vinculante y se ha acogido con entusiasmo desigual; en este sentido, España ha señalado que se ceñirá a los compromisos preexistentes14. Además, la decisión ocultó las grietas que se han abierto entre EE. UU. y Europa. Así, en un momento posterior ese mismo día, el presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió: «No podemos decirnos el uno al otro, entre aliados, tenemos que gastar más [en defensa]... y librar una guerra comercial el uno contra el otro. No tiene sentido»15.
En lo que constituye una señal de que Europa ha tomado la determinación de asegurar su defensa en casa, el presidente Macron ha hecho un llamamiento para que Francia eleve su gasto en defensa 3.500 millones de USD en 2026 y otros 3.000 millones en 202716; Alemania ha tomado la decisión histórica de dejar el gasto en defensa fuera de su estricto freno a la deuda y crear un fondo de 500.000 millones de EUR para inversiones en defensa e infraestructuras17, aunque persisten cuestiones constitucionales y políticas en relación con la estructura final del vehículo18; mientras que el plan específico de la UE, denominado ReArm Europe, posibilitará un gasto de 800.000 millones de EUR para potenciar las capacidades de defensa de los estados miembros19.
Invertir para proteger sectores estratégicos
Estos ingentes planes de gasto constituyen una señal clara de que las incertidumbres actuales no son necesariamente sinónimo de menos oportunidades de inversión. Además de la defensa, algunas de las mayores economías del mundo están realizando importantes esfuerzos para mejorar la seguridad en varios sectores estratégicos, como la energía, la tecnología y las infraestructuras.
En la India, por ejemplo, el primer ministro Modi ha anunciado un ambicioso plan para conseguir la autonomía energética para 2047, multiplicando la capacidad nuclear por diez e invirtiendo alrededor de 340.000 millones de USD en energías renovables20. De forma similar, Europa movilizará alrededor de 300.000 millones de USD a través de la estrategia REPowerEU para poner fin a las importaciones de energía de Rusia21, que hace tan solo cuatro años suministraba la mayor parte del petróleo y el gas del bloque22, e impulsar el despliegue interno de las renovables.
En EE. UU., TSMC ha anunciado una inversión de 100.000 millones de USD para impulsar la capacidad de fabricación de semiconductores en suelo estadounidense23, en sintonía con el ingente proyecto público-privado de inteligencia artificial (IA) Stargate24, que está valorado en 500.000 millones de USD y construirá centros de datos y otras infraestructuras de IA por todo el país.
Entretanto, la Ley de fomento de la seguridad económica de Japón constituye un esfuerzo de amplio calado para reducir la vulnerabilidad ante crisis geopolíticas o presiones en las cadenas de suministro: se ofrecerán subvenciones por valores de varios miles de millones de dólares a proveedores nacionales en varios sectores críticos, como los chips semiconductores para ordenadores, las baterías y la producción de fertilizantes25.
Las certezas de antes están desapareciendo tan rápido que a veces parece que lo que antes era correcto ahora es incorrecto, y lo que era un retraso ahora son avances
El equilibrio en un mundo inestable
Con la entrada en vigor de los aranceles del presidente Trump, el valor del dólar se ha hundido y se ha anotado su peor primer semestre en más de 50 años26. Desde entonces, entre los inversores extranjeros se ha registrado una brusca caída de la demanda de bonos del Tesoro de EE. UU. a largo plazo, considerados tradicionalmente como el activo refugio más seguro27.
Al mismo tiempo, China sigue luciendo poderío geopolítico. El enorme desfile militar de septiembre, en el que se exhibió un amplio conjunto de armas innovadoras, se interpretó como un mensaje directo a EE. UU. y sus aliados. En lo que constituye una señal de que la hegemonía estadounidense toca a su fin, el presidente Xi Jinping, al que acompañaron más de 20 líderes mundiales, incluidos el presidente ruso, Vladimir Putin, y el norcoreano, Kim Jong Un, declaró: «Deberíamos seguir oponiéndonos inequívocamente al hegemonismo [...] y erigirnos como promotores de un mundo multipolar»28.
En vista del ascenso de China como potencia económica y militar, la expansión de la alianza económica de los BRICS (que ahora cubre la mitad de la población mundial y más del 41% de la economía global29) y la firma de un pacto de defensa mutua entre Arabia Saudí y un país con capacidad nuclear como Pakistán30, es patente que el orden mundial unipolar ha terminado. Estamos entrando en una nueva era multipolar todavía en fase de formación.
En Lombard Odier, sabemos que estamos viviendo tiempos convulsos. Las viejas certidumbres están desvaneciéndose tan rápido que puede parecer que arriba ahora es abajo e ir hacia delante es retroceder. A lo largo de más de dos siglos, hemos visto muchas veces cómo se reconfiguraba el panorama económico y geopolítico, incluido el mundo multipolar de hoy. Durante este tiempo, nuestro enfoque ha sido y es replantearnos el mundo que nos rodea, entender que el cambio es inevitable y que no hay que temerlo.
Creemos que en el mundo multipolar actual, el crecimiento a largo plazo y la adaptabilidad de las carteras se conseguirán no atrincherándonos y esperando a que el mundo evolucione en torno a nosotros, sino adoptando un enfoque activo para buscar y aprovechar las oportunidades que están surgiendo de las nuevas inversiones de los gobiernos en su seguridad nacional.
Porque sabemos que, en momentos de caos, la estabilidad no es algo estático. Se crea todos los días.
This is a marketing communication issued by Bank Lombard Odier & Co Ltd (hereinafter “Lombard Odier”).
It is not intended for distribution, publication, or use in any jurisdiction where such distribution, publication, or use would be unlawful, nor is it aimed at any person or entity to whom it would be unlawful to address such a marketing communication. Read more.
compartir.