invertir en los cambios sistémicos globales.

la era de la inversión sostenible con criterios económicos. 


La economía mundial está cambiando. Están produciéndose profundos cambios sistémicos que están transformando los mercados, el panorama industrial y empresarial y el conjunto de la sociedad. Apoyándose en cifras, la Revolución de la Sostenibilidad nos está conduciendo a un nuevo estadio económico con emisiones net-zero, efectos beneficiosos para la naturaleza, socialmente constructivo y digitalizado. 

A lo largo de la historia, nuestra economía ha experimentado numerosos cambios sistémicos determinantes, desde la transición a los combustibles fósiles hasta la revolución digital. Creemos que este fenómeno está ocurriendo de nuevo en todos los sectores, a una velocidad y con una magnitud sin precedentes. 

hable con un/a experto/a

cinco sistemas fundamentales.


Los inversores están viviendo un periodo de agitación: están forjándose nuevas alianzas, la IA está avanzando a gran velocidad, la volatilidad ha azotado los mercados y los impactos físicos del cambio climático están agravándose. 

Con todo este ruido, resulta sencillo perder de vista la panorámica a largo plazo, es decir, las transformaciones que están teniendo lugar en los sistemas que sostienen nuestra economía y el conjunto de la sociedad. 

Creemos que los cimientos del mundo están mutando. Lo sabemos, porque lo hemos visto muchas veces en nuestros más de 225 años de historia.

eliminar los puntos de fricción. 


Como ocurre con todos los cambios sistémicos fundamentales, las transformaciones actuales se producen no tanto por ideología o políticas, sino que tienen una base económica: las empresas con visión de futuro que buscan soluciones a los “puntos de fricción” de la sociedad. 

Estos puntos de fricción, y las transformaciones sistémicas que los resuelven, definen sus épocas. Mientras que el  paso de la combustión de la madera a la energía del carbón solventó la crisis energética del s. XVII y la transición al ferrocarril resolvió las limitaciones de capacidad y eficiencia de los coches de caballos, los problemas actuales. tienen que ver con la crisis climática, la pérdida de naturaleza y las consecuencias del cambio demográfico. 

El cambio climático y el
coste del cambio climático

En muchas partes del mundo, la mayor frecuencia y gravedad de los incendios forestales y las inundaciones han provocado un encarecimiento de los seguros de propiedad.

Biodiversidad y pérdida
de naturaleza

 La degradación de los suelos está elevando el riesgo de inflación de los alimentos y poniendo en peligro las cadenas de abastecimiento. 

Cambios físicos en
nuestro entorno

Las olas de calor y la sequía están reduciendo el rendimiento de los cultivos y obligando a las ciudades a invertir en medidas de adaptación

Asequibilidad
de la sanidad

El deterioro de los sistemas sanitarios está generando una mayor desigualdad en el acceso a la sanidad y listas de espera cada vez más largas.

Retos para las
cuentas públicas

La factura de las pensiones no deja de aumentar y amenaza con desbordar el déficit público.

Tsunami
digital

Una marea de opciones digitales ha creado una sobreabundancia de alternativas sin democratizar el acceso. La brecha digital está creciendo. 

A la vista de estos puntos de fricción, nuestro sistema económico establecido se ha vuelto insostenible: hemos alcanzado los límites de escalabilidad, eficiencia y disponibilidad de recursos. Al mismo tiempo, la convergencia de estos puntos de fricción, cada vez más difíciles de soslayar, y un potencial de innovación sin precedentes nos coloca a las puertas de una revolución económica que definirá el futuro de nuestra especie y nuestro planeta. 

Las empresas que miran al futuro ya están tomando conciencia de la aparición de nuevos sistemas económicos mediante la innovación y la adaptación de sus modelos de negocio para seguir creciendo de forma sostenible. Apoyándose en cifras, estos innovadores y pioneros están impulsando la transición hacia un nuevo estado final de la economía. 

Del modelo lineal, derrochador e insostenible actual estamos pasando a una economía net-zero, positiva para la naturaleza, socialmente constructiva y digitalizada.

perspectivas de sostenibilidad.

  •  Actualmente, ya hemos infringido el objetivo contemplado en el Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados. Los impactos de este aumento de la temperatura en el clima son evidentes. Los sucesos meteorológicos extremos (como sequías, inundaciones, huracanes e incendios forestales) están convirtiéndose en la norma y amenazan las cosechas, los hogares, los medios de vida y el suministro de agua. 

    A pesar de estos puntos de fricción cada vez más graves, algunos gobiernos están dando marcha atrás en sus esfuerzos de recorte de emisiones, lo que suscita una pregunta: ¿En qué lugar queda la inversión sostenible? 

    Creemos que demorar las acciones actúa como una cinta elástica. Ante el aumento de las consecuencias físicas del cambio climático, los retrasos de hoy se traducen en acciones más rápidas y urgentes mañana, marcadas por bruscos giros en las políticas y ajustes acusados de los precios de mercado. Sin embargo, tanto si el viaje es fluido como si está salpicado de momentos de cambios bruscos, el estadio final será el mismo: una economía con cero emisiones netas. 

    Nuestro sistema energético, como principal causante de las emisiones, estará en el epicentro de esta transición. Actualmente, apenas el 20% de la energía que consumen los usuarios finales llega en forma de electricidad7. Creemos que este porcentaje subirá hasta casi el 70% para 2050, conforme las calefacciones y las cocinas de las viviendas, la fabricación industrial y amplias franjas del sector del transporte se pasen a la electrificación y recurran a las energías renovables con cero emisiones, el almacenamiento a gran escala en baterías y las redes eléctricas inteligentes digitalizadas. 

    Aunque la energía estará en el epicentro de la transformación hacia las emisiones net-zero, la descarbonización afectará a todos los sectores a medida que cambien los modelos empresariales  y se modifiquen los grupos de beneficios. Los obstáculos a corto plazo que impongan las políticas no variarán el destino final, ya que el agravamiento de los impactos climáticos y las ventajas económicas de la electricidad limpia forzarán cambios en la economía real.

  • Los ecosistemas naturales son la columna vertebral de nuestra economía. Se calcula que más del 50% del PIB mundial depende directamente de la naturaleza y los servicios ambientales que esta presta8, desde los suelos fértiles, el agua y los polinizadores que nos permiten cultivar cosechas, hasta las materias primas esenciales que sostienen nuestras industrias.

    Sin embargo, estamos destruyendo la naturaleza a un ritmo sin precedentes. Los cambios en el uso del suelo, la deforestación, la extracción de recursos y la contaminación han dejado degradados9 hasta un 40% de los suelos del planeta, han puesto en riesgo de extinción a un millón de especies10 y han amenazado el papel del medio natural como sumidero clave de carbono y regulador del clima11

    Ahora que nos acercamos al “final de la abundancia”, el valor real de la naturaleza y el coste de los perjuicios que le infligen las empresas estarán cada vez más incorporados a los precios de los productos y servicios. Las empresas con modelos de negocio que dependen de que la naturaleza siga estando infravalorada, es decir, las que contaminan, extraen de forma excesiva o degradan los ecosistemas, comenzarán a verse fuera del mercado por precio. 

    Creemos que la bioeconomía circular (un modelo económico con un uso eficiente de los recursos que trabaja en armonía con la naturaleza, en lugar de aprovecharse de ella) se desarrollará y reemplazará el modelo actual lineal, ineficiente y perjudicial para el medio ambiente. 

    El sector alimentario y agrícola ocupará un lugar destacado en esta transición. Los productores agrícolas restaurarán el suelo y la biodiversidad adoptando prácticas regenerativas, como introducir cosechas variadas, plantar árboles de sombra y fertilizadores, eliminar los químicos agrícolas sintéticos y reducir al máximo la labranza. Las tierras agrícolas y los ecosistemas donde se asientan mejorarán su salud y productividad incluso cuando se cultiven, aumentando así su resistencia ante la meteorología extrema (como las inundaciones y las sequías) y reduciendo la pérdida de rendimiento con el paso del tiempo.

    La transición a un estado final económico positivo para la naturaleza también afectará a las industrias manufactureras, que pasarán a modelos circulares basados en materiales reciclados, minimizando los residuos y la extracción de recursos. También recurrirán a alternativas basadas en la naturaleza a muchos de los materiales extraídos de los que dependemos hoy en día, como los plásticos de origen vegetal en lugar del plástico fabricado a partir de combustibles fósiles, y la madera de ingeniería en lugar del hormigón y el acero.

    Los avances tecnológicos en vigilancia y medición de los impactos en la naturaleza, lo que incluye los satélites y los sensores conectados digitalmente, aumentarán la transparencia de la cadena de suministro, lo que ayudará a los reguladores, los inversores y los consumidores a entender cómo repercute cada empresa en los ecosistemas en los que desarrolla su actividad. Creemos que los reguladores, y cada vez más los consumidores, esperarán que la circularidad sea la norma y favorecerán a las empresas cuyos modelos de negocio tengan un efecto beneficioso neto en el medio natural. 

  • Décadas de globalización y crecimiento económico han sacado de la extrema pobreza a más de 1.000 millones de personas12. Simultáneamente, los niveles de vida de los países desarrollados han aumentado y la esperanza de vida en el mundo se ha transformado, pasando de 46 años en 1950 a los 73 años actuales13

    Aunque los mercados han descontado estos cambios hace tiempo, creemos que las tendencias demográficas actuales tienen un efecto más profundo y van a ejercer presión sobre los sistemas sociales que obligará a los gobiernos a reescribir el contrato social. A su vez, eso creará oportunidades para las empresas con visión de futuro que encuentren formas de suministrar bienes y servicios personalizados de forma asequible y a gran escala. 

    Nuestra vida cotidiana se encarece ante el aumento de los costes de la sanidad y la vivienda y ante una brecha en las pensiones que pronto podría poner en aprietos a las cuentas públicas. Por todo esto, creemos que surgirá un modelo económico de mercado socialmente constructivo. 

    En nuestro sistema sanitario, pasaremos de los cuidados a los enfermos, donde tratamos los síntomas después de su aparición, a una medicina personalizada y preventiva. Los avances en la IA y el análisis de datos posibilitarán un seguimiento discreto y en tiempo real de los factores relacionados con la salud, como la presión arterial, la frecuencia cardiaca y los niveles de azúcar en sangre, activando alertas tempranas. Entretanto, el fuerte descenso de los costes de procesamiento informático permitirá un cribado genético generalizado de los riesgos de salud de cada persona y la elaboración de planes personalizados de hábitos y prevención de enfermedades, lo que nos hará vivir más años sanos en nuestra vejez.

    Dentro de la multitud de cambios sociales que se producirán, prevemos que otros 1.000 millones de personas se conectarán a Internet, lo que democratizará el acceso a los servicios y las oportunidades económicas. La gestión de activos y los datos financieros experimentarán un gran crecimiento, ya que las generaciones de edad avanzada y cada vez más activas crecerán y pondrán más énfasis en las pensiones privadas. De forma generalizada, asistiremos a un movimiento hacia la personalización, la asequibilidad y la accesibilidad. Ello se deberá a que las tecnologías digitales mejorarán la experiencia del consumidor y ampliarán el acceso para aquellos que actualmente no pueden asumir los costes de la movilidad y la vivienda. 

  • La IA, la informática en la nube, los semiconductores y el big data serán la “columna vertebral digital” de la economía del mañana y se extenderán más allá de los sistemas para liberar innovaciones y reducir el coste de los productos y servicios sostenibles. 

    En la transición hacia las emisiones net-zero, las tecnologías digitales serán esenciales para optimizar la producción y distribución de electricidad de fuentes renovables mediante la implantación de redes inteligentes que controlen el flujo de electricidad y faciliten la comunicación entre los consumidores y los productores. Eso reducirá los costes para el consumidor final, minimizará las pérdidas durante el transporte y permitirá que la producción de electricidad de fuentes renovables se integre de forma más eficiente en las redes eléctricas, tanto centralizadas como descentralizadas.

    En la transición hacia los efectos beneficiosos para el medio natural, los sensores y la denominada “Internet de las cosas” desempeñarán un papel protagonista en la digitalización de las explotaciones agropecuarias, los coches, las ciudades, la industria e incluso nuestros cuerpos. Por ejemplo, la secuenciación genética será un pilar de la sanidad, los vehículos autónomos serán una presencia habitual en nuestras carreteras y el control digital de la agricultura y la ganadería ayudará a los productores a reducir los insumos y los costes, elevando al máximo los rendimientos. En numerosos sectores, la IA se convertirá en una herramienta esencial para analizar este big data de rápido crecimiento. 

    La tecnología también apuntalará la transición hacia una economía socialmente constructiva. La digitalización generalizada y el análisis de datos con IA alumbrarán una nueva era de productos y servicios personalizados a un coste menor, lo que dará a los consumidores más acceso y poder adquisitivo. Sin embargo, un porcentaje mayor de nuestras vidas estará en línea, por lo que las expectativas de privacidad digital y seguridad electrónica se convertirán en nuevas necesidades sociales que generarán nuevas oportunidades en el sector de la ciberseguridad. 

    La expansión del sector digital traerá consigo sus propios retos de sostenibilidad. Por ejemplo, los centros de datos necesitarán grandes cantidades de energía y agua y lo mismo ocurre con la fabricación de semiconductores. Sin embargo, estamos convencidos de que las soluciones digitales tendrán un efecto positivo importante a la hora de impulsar la transición hacia una economía sostenible y que todos los sectores se beneficiarán de que esta industria tan innovadora busque soluciones para sus propios impactos en el clima y el medio natural.  

nuestra estrategia.


Through Mediante un análisis con base científica y las alianzas que hemos establecido con expertos en numerosos campos, colocamos nuestra comprensión del cambio sistémico en el epicentro de nuestro enfoque de inversión. En nuestro universo de inversión, tratamos de entender cómo las profundas transformaciones que están teniendo lugar en los sistemas energéticos, industriales, de consumo, sanitarios y digitales incidirán en los modelos de negocio y la rentabilidad a largo plazo. 

Dentro de estos sistemas, creemos que el mercado está sobrevalorando el statu quo e infravalorando los riesgos y oportunidades, puesto que los puntos de fricción en el clima, la naturaleza y la sociedad impondrán cambios sistémicos a largo plazo en el modelo económico establecido en la actualidad. 

Una vez identificados los negocios que creemos que van a beneficiarse de la transición, desplegamos un análisis fundamental para buscar desajustes en los precios, por ejemplo, cuando las oportunidades comerciales no han sido valoradas correctamente por unos mercados que todavía tienen que tomar conciencia de los cambios sistémicos que están sucediendo bajo sus pies. 

Aunque siempre adoptamos un enfoque a largo plazo, no queremos rentabilidades en una fecha difusa en el futuro, sino ahora. Mediante la fusión del análisis de los cambios sistémicos y el análisis fundamental y ascendente, creamos carteras globales y temáticas diversificadas, gestionadas con riesgo y de alta convicción, que no se basan en la esperanza ni en los vientos cambiantes de las políticas públicas, sino en los fundamentos económicos.


Estamos viviendo un momento único
 

Los puntos de fricción físicos y sociales de la actualidad están creando una incertidumbre enorme. También están generando unas oportunidades sin precedentes. En un entorno económico agitado, el análisis de los cambios sistémicos proporciona una forma de asentar las perspectivas de inversión en la realidad económica. Dicho de forma simple: el mundo está cambiando y los inversores deben sumarse a ese cambio. Lo que funcionó ayer no funcionará hoy. 

Creemos que la inversión sostenible es esencial para preservar y aumentar el patrimonio de nuestros clientes a largo plazo. Más allá del ruido a corto plazo y la “noticia de última hora” más reciente, los sistemas globales están experimentando cambios tectónicos. A medida que hacemos la transición hacia un estadio económico con cero emisiones netas, con efectos beneficiosos para el medio natural y digitalizado, las empresas y los inversores deben actuar. De lo contrario, se arriesgan a perderse una revolución económica que ocurre una vez cada siglo.

dónde estamos.

Nuestra herencia es suiza, pero nuestra perspectiva y nuestra mentalidad son definitivamente internacionales. Con más de 25 oficinas a nivel global, podemos atender a nuestros clientes en todo el mundo.

corraterie_impair_entree_11.jpg

ponerse en contacto.

Seleccione un valor.

Introduzca su nombre.

Introduzca su apellido.

Introduzca una dirección de correo electrónico válida.

Introduzca un número de teléfono válido.

Seleccione un valor.

Seleccione un valor.

Escriba un mensaje.


Ha sucedido algo. El mensaje no se ha enviado.
hablemos.
compartir.
boletín.