nuestra estrategia.
Through Mediante un análisis con base científica y las alianzas que hemos establecido con expertos en numerosos campos, colocamos nuestra comprensión del cambio sistémico en el epicentro de nuestro enfoque de inversión. En nuestro universo de inversión, tratamos de entender cómo las profundas transformaciones que están teniendo lugar en los sistemas energéticos, industriales, de consumo, sanitarios y digitales incidirán en los modelos de negocio y la rentabilidad a largo plazo.
Dentro de estos sistemas, creemos que el mercado está sobrevalorando el statu quo e infravalorando los riesgos y oportunidades, puesto que los puntos de fricción en el clima, la naturaleza y la sociedad impondrán cambios sistémicos a largo plazo en el modelo económico establecido en la actualidad.
Una vez identificados los negocios que creemos que van a beneficiarse de la transición, desplegamos un análisis fundamental para buscar desajustes en los precios, por ejemplo, cuando las oportunidades comerciales no han sido valoradas correctamente por unos mercados que todavía tienen que tomar conciencia de los cambios sistémicos que están sucediendo bajo sus pies.
Aunque siempre adoptamos un enfoque a largo plazo, no queremos rentabilidades en una fecha difusa en el futuro, sino ahora. Mediante la fusión del análisis de los cambios sistémicos y el análisis fundamental y ascendente, creamos carteras globales y temáticas diversificadas, gestionadas con riesgo y de alta convicción, que no se basan en la esperanza ni en los vientos cambiantes de las políticas públicas, sino en los fundamentos económicos.
Estamos viviendo un momento único
Los puntos de fricción físicos y sociales de la actualidad están creando una incertidumbre enorme. También están generando unas oportunidades sin precedentes. En un entorno económico agitado, el análisis de los cambios sistémicos proporciona una forma de asentar las perspectivas de inversión en la realidad económica. Dicho de forma simple: el mundo está cambiando y los inversores deben sumarse a ese cambio. Lo que funcionó ayer no funcionará hoy.
Creemos que la inversión sostenible es esencial para preservar y aumentar el patrimonio de nuestros clientes a largo plazo. Más allá del ruido a corto plazo y la “noticia de última hora” más reciente, los sistemas globales están experimentando cambios tectónicos. A medida que hacemos la transición hacia un estadio económico con cero emisiones netas, con efectos beneficiosos para el medio natural y digitalizado, las empresas y los inversores deben actuar. De lo contrario, se arriesgan a perderse una revolución económica que ocurre una vez cada siglo.
Décadas de globalización y crecimiento económico han sacado de la extrema pobreza a más de 1.000 millones de personas12. Simultáneamente, los niveles de vida de los países desarrollados han aumentado y la esperanza de vida en el mundo se ha transformado, pasando de 46 años en 1950 a los 73 años actuales13.
Aunque los mercados han descontado estos cambios hace tiempo, creemos que las tendencias demográficas actuales tienen un efecto más profundo y van a ejercer presión sobre los sistemas sociales que obligará a los gobiernos a reescribir el contrato social. A su vez, eso creará oportunidades para las empresas con visión de futuro que encuentren formas de suministrar bienes y servicios personalizados de forma asequible y a gran escala.
Nuestra vida cotidiana se encarece ante el aumento de los costes de la sanidad y la vivienda y ante una brecha en las pensiones que pronto podría poner en aprietos a las cuentas públicas. Por todo esto, creemos que surgirá un modelo económico de mercado socialmente constructivo.
En nuestro sistema sanitario, pasaremos de los cuidados a los enfermos, donde tratamos los síntomas después de su aparición, a una medicina personalizada y preventiva. Los avances en la IA y el análisis de datos posibilitarán un seguimiento discreto y en tiempo real de los factores relacionados con la salud, como la presión arterial, la frecuencia cardiaca y los niveles de azúcar en sangre, activando alertas tempranas. Entretanto, el fuerte descenso de los costes de procesamiento informático permitirá un cribado genético generalizado de los riesgos de salud de cada persona y la elaboración de planes personalizados de hábitos y prevención de enfermedades, lo que nos hará vivir más años sanos en nuestra vejez.
Dentro de la multitud de cambios sociales que se producirán, prevemos que otros 1.000 millones de personas se conectarán a Internet, lo que democratizará el acceso a los servicios y las oportunidades económicas. La gestión de activos y los datos financieros experimentarán un gran crecimiento, ya que las generaciones de edad avanzada y cada vez más activas crecerán y pondrán más énfasis en las pensiones privadas. De forma generalizada, asistiremos a un movimiento hacia la personalización, la asequibilidad y la accesibilidad. Ello se deberá a que las tecnologías digitales mejorarán la experiencia del consumidor y ampliarán el acceso para aquellos que actualmente no pueden asumir los costes de la movilidad y la vivienda.